El 22 de Noviembre será un día que no olvidarán los paladares de los folloneros durante mucho tiempo.
En menú fue el siguiente:
Típico almuerzo navarro en miniatura.
Sorpresa de cerdo ibérico.
Tortilla de jamón deconstruida.
Marmitako de bonito de la Navarra marítima.
Postres variados y caseros.
Y la sorpresa final. En definitiva, una cena que dejó a los folloneros con la tripa llena, sensaciones culinarias que nunca habían vivido y estas caras:
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